Aclaración
Capitulo 1
Capitulo 2
Capitulo 3
Capitulo 4
Capitulo 5
Capitulo 6
Capitulo 7
Capitulo 8
Capitulo 9
Capitulo 10
Capitulo 11
Capitulo 12
Capitulo 13
Capitulo 14
Capitulo 15
Capitulo 16
Capitulo 17
Capitulo 18
Capitulo 4
El golpeteo de un par de tacones hiso eco en el lúgubre pasillo de mármol, mientras una figura se movía con agilidad para llegar lo mas deprisa ante su amo.

Las grandes puertas de madera negra, que comunicaban con la cámara de reuniones  se vislumbraron al final del pasillo, y sus pasos se volvieron más rápidos. Tomo un momento para calmar su respiración antes de cruzar aquellas puertas.

Con la vista en alto y sin perder la compostura se acerco lentamente a su señor.

La sala estaba en penumbras, únicamente la chimenea y un par de velas permanecían encendidas. Las siluetas de los presentes  se perfilaban en el muro de piedras detrás de un magnifico sillón de cuero negro, en el cual el mago obscuro mas grande  de todos los tiempos yacía, que con una mano acariciaba distraídamente la cabeza  de su reptil.

-- Vaya Bella, hasta que te dignas  aparecer ante mis ojos -- dijo  Voldemort

-- lo siento mi señor, pero me fue imposible llegar antes- susurro la mujer inclinándose de tal manera que sus cabellos tocaron las botas de piel de dragón del hombre frente a ella.

-- y se puede saber el motivo de tu retraso?? -- pregunto el lord haciendo una mueca de asco ante la reverencia.


Un silencio sepulcral reino en la sala a la espera de la explicación. Bellatrix Legstrage sopesaba las posibilidades, si le informaba al lord sobre su fracaso seria acreedora a una sesión de tortura, pero si no lo hacía y su señor descubría todo, la muerte estaba asegurada.

-- mi señor, durante el ataque logre dar con el muchacho -- soltó la pelinegra -- pe…pero me impidieron traerlo ante su presencia.

La fría mirada del lord oscuro se posó sobre ella y sintió como si una descarga eléctrica se dispersara por su cuerpo, se preparó para lo inevitable.

-- ¿Quién? -- susurro el hombre

-- ¿Quién, mi señor? --cuestiono confundida Bella

-- ¿Quién impidió que lo trajeras?  No me digas que el chiquillo se libró de ti él solo, porque si es así creo que eres más incompetente de lo que pensé Bella. -- insinuó el heredero de Slytherin con una mueca macabra en su rostro

-- Draco Malfoy -- susurro  la pelinegra.

Una atronadora carcajada salió de la garganta del Lord, secundada por el resto de los Mortifagos.

-- ¿Draco Malfoy? Vamos Bella puedes inventarte algo mejor que eso. -- dijo uno de los encapuchados.

La mujer lo miro de mala manera. .

-- Bella, Bella, Bella, mereces morir inmediatamente por insinuar que el hijo de mi fiel Lucius me ha traicionado. -- hablo Voldemort con ese tono que impedía cualquier objeción.- ¿Por qué decidiste acusar a tu sobrino de tal calumnia?

-Yo lo vi, mi señor. Se interpuso entre el mocoso Potter y yo. Inclusive ataco a Greyback.

-¿Ataco a Greyback? Eso es una locura – soltó uno de los mortifagos.

-¡¡Tu maldito entrometido!! Lo que digo es verdad, mi señor. El mocoso ataco a Greyback, lo dejo moribundo. Su cuerpo está cerca del lugar de la batalla – hablo Bellatrix desesperada. Si su amo no le creía, la muerte estaba asegurada.

-Lo que dices es serio, Bella. Lucius es mi mano derecha. Su familia ha hecho todo por la causa. ¿Por qué habría de traicionar a su familia el pequeño Draco? – Voldemor parecía calmado, pero lentamente estaba perdiendo la paciencia y la frialdad de su voz lo delataba.


Bellatrix se movió temerosa, sabiendo que sus siguientes palabras podían ser las últimas.


– No estoy segura, pero sé que Potter tiene algo que ver. Puedo averiguarlo, si usted me lo permite, mi señor.


Ver a la mujer temblando de miedo complació tremendamente al lord. – Muy bien Bella, tienes una semana para entregarme algo, lo que sea. Llegas con las manos vacías de nuevo y no volverás a ver la luz del día.

-- gracias, gracias mi señor le juro que conseguiré las pruebas -- soltó la pelinegra en un gritito de alegría, levantándose para salir de la sala.

-- espera un segundo Bellatrix -- silbo el hombre -- aun tienes que enfrentar el castigo por haber fallado en traerme al muchacho

-- mi lord? -- pregunto confundida.

-- Crucio!!! -- el rayo de luz salió disparado dándole de lleno en el pecho.

Todo lo que se escuchó en la sala durante la siguiente hora fueron los gritos desgarradores de Bellatrix Lengstrage.


-D&H-


Abrió los ojos asustado. Había estado soñando de nuevo y lo que vio lo había sobresaltado.

Lentamente se incorporó en la suave cama de la enfermería, tomando sus gafas para poder distinguir su alrededor. Suspiro, no recordaba a ciencia cierta el contenido de su sueño y algo le decía que tenía intentar mantenerlo en su cerebro lo más fresco que pudiera porque era de vital importancia.

Frunció el ceño intentando recordar el maldito sueño. Poco a poco los detalles del sueño se fueron aclarando. Necesitaba contárselo a Dumbledore ya.

Poso su vista en la camilla continua. Malfoy descansaba apaciblemente gracias a la presencia de su Hjerte.

Con cuidado de no despertarlo poso sus pies en el frio piso de la enfermería y salió rumbo a la oficina del director. Agradeció el haberse aprendido prácticamente todos los pasadizos que le conducían hacia su destino, pues hubiera sido nefasto haberse encontrado con Finch o su gata y que estos a su vez hubieran causado un alboroto que llegaría a los oídos del rubio Slytherin. No quería aceptarlo pero la nueva actitud sobreprotectora del Veela ,aunque le parecía adorable la mayor parte del tiempo, en ocasiones le daba miedo.

-- tarta de calabaza -- susurro a la estatua de fénix, la cual le dio paso inmediatamente.

Su mirada se posó sobre la robusta puerta de madera que lo separaba de la oficina del anciano director, en ese momento recordó que seguramente era muy de madrugada y el hombre no estaría despierto. Aun así toco levemente la puerta, realmente necesitaba contarle su visión antes de que dejara de recordar los detalles.

Ya comenzaba a darse la vuelta para regresar a la enfermería cuando el sonido de la puerta abriéndose detuvo sus pasos.

La habitación estaba igual que siempre, con los cuadros de los antiguos directores en las paredes, los cuales se encontraban apaciblemente dormidos. En medio del lugar  un gran escritorio de madera artesanalmente labrado y pulido lo separaba de actual director de Hogwarts; Albus Dumbledore. El cual lo miraba con una sonrisa, mientras saboreaba lo que seguramente sería un caramelo de limón.

-- Harry, pasa, ponte cómodo -- Indico el hombre señalando la silla frente a el

-- yo…lo siento  si lo desperté, señor. -- se disculpó el muchacho mirando al suelo.

-- oh no me despertaste!! De hecho tenía insomnio y preferí hacer algo de provecho y vine a adelantar  un poco del papeleo -- índico el director levantando los papeles que sostenía en sus manos.


Un poco más tranquilo el ojiverde tomo asiento frente al anciano, el cual le seguía sonriendo como siempre.

-- señor, yo…-- dudo un segundo, no sabía que tan bien se iba a tomar el que sus clases de oclumancia no estuvieran sirviendo -- yo…tuve un sueño , señor.

-- ¿Qué clase de sueño Harry?-- cuestiono Dumbledore

-- soñé con Voldemort , con su última junta con los mortifagos -- aclaro el menor

-- vaya, Severus no fue llamado para ninguna junta, tendré que informarle sobre esto para que tenga más cuidado. -- pensó el anciano mago.-- Y recuerdas con exactitud que paso? No importa que no sea todo…cualquier detalle puede ayudar.

-- Era Bellatrix, fue con Voldemort a informarle de la muerte de Greyback. Acuso a Malfoy de traición. – Anuncio el moreno- Voldemort no pareció creerle, pero le dio permiso para investigar y llevar pruebas. Temo que descubra lo que Malfoy es.


Dumbledore miro largamente al chico que se había convertido en parte de su familia. Harry parecía más preocupado por el joven Malfoy que porque hubiera tenido nuevamente una visión de Tom.

-- No te preocupes Harry, reforzare la seguridad del castillo y vigilaremos los canales de comunicación, aunque tal vez sea adecuado avisar a los Malfoy y pedirles que guarden este hecho como un secreto. Posiblemente el joven Malfoy se oponga, por su necesidad de protegerte. Tal vez si tú se lo pides, acceda a no llamar demasiado la atención.--dijo el anciano mago mientras una sonrisa enigmática aprecia en sus labios

-- claro, déjeme a mí todo el lio. Que Harry se encargue del Veela celoso, al fin y al cabo a mí no me hace nada porque soy su Hjerte. Si claro, el que se tiene que aguantar su sobreprotección soy yo.-- pensaba el moreno sin apartar su vista del director.

-- está bien profesor, yo hablare con Malfoy sobre mantener las apariencias, pero no estoy seguro si aceptara.-- hablo por fin el chico.

Dando por terminada la plática el menor regreso a su cama en el dormitorio de la torre, olvidándose del bello durmiente que lo esperaba en la enfermería.


-D&H-

.

Ronald Weasley era un chico dormilón, y él lo sabía. Jamás  había podido despertar temprano, ni siquiera cuando era un bebe.

Según su madre, de todos sus hijos , Ron había sido él bebe más comelón y dormilón. Por eso cuando fue a Hogwarts a nadie se le hiso raro que tuviera que ser despertado por alguno de sus amigos para llegar a tiempo al desayuno.

Inclusive durante su tiempo libre gustaba de pasar las horas recostado en el cómodo sofá frente a la chimenea de la sala común o en su habitación abrazando la almohada, escuchando lo que fuera que estuviera pasando fuera de su ventana.

Por eso cuando despertó ese día, mirando el reloj de Dean, que marcaba las siete de la mañana, se preguntó qué demonios lo había despertado.

Molesto por la interrupción de su sueño, el cual cabe destacar era bastante placentero, se acurruco de nuevo buscando volver a los brazos de Morfeo. Acción totalmente fallida gracias al repiqueteo que se escuchó segundos después.

Soltando un gruñido , movió su cuerpo para investigar qué era eso que evitaba su regreso al mundo de los sueños.  El terrible sonido seguía repitiéndose frente a su ventana y parecía que ninguno de sus compañeros lo había notado pues las cortinas de las camas seguían cerradas, inclusive las de Harry, que estaba en la enfermería.

Con un rápido movimiento abrió la ventana, evitando así que el imponente Búho color gris volviera a golpear el cristal en busca de respuesta. El magnífico animal entro por la ventana y se posó grácilmente sobre la cabecera de su cama, sin quitar su mirada del pelirrojo, que permanecía asombrado.

El búho no parecía contento con que lo hicieran esperar y el reproche en su mirada era evidente, de modo que el chico decidió tranquilizarlo.

-- estaba dormido -- soltó a modo de escusa el ojiazul, esperando que con eso el ave dejara de mirarlo "feo".

El animal solo ululo suavemente elevando su pata izquierda, de manera que el humano frente a él se diera cuenta del motivo de su visita.

Con manos temblorosas, por el miedo de que el búho decidiera comerle los dedos por la demora, Ron desato el pequeño paquete envuelto en papel azul cobalto. Ni bien su carga fue liberada, el precioso búho sobrevoló la habitación, para posarse sobre el poste de la cama de Harry.

-- no te vas? -- pregunto confuso el pelirrojo.

El animal únicamente lo miro unos segundo para luego esconder su cabeza bajo su ala.

-- está bien puedes quedarte , aunque no sé por qué quieres hacerlo, si falta poco para el desayuno. -- murmuro el chico entre bostezos. Observo el paquete un segundo antes de decidir que dormiría otro poco y luego tendría tiempo de ver de qué se trataba.

Se acurruco entre las sabanas, y con un último suspiro se perdió en el reino de los sueños.

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-D&H-

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La  calma reinaba en los pasillos del viejo castillo, como si no existiera ni un alma. Inclusive parecía que el atentado del día anterior al tren  no hubiera ocurrido, dado que  la mayoría de los habitantes del lugar permanecían dormidos en sus dormitorios o en las aulas habilitadas para los de primer año que aún no habían sido seleccionados.

Solo unos pocos profesores y la enfermera se preparaban para iniciar el día tranquilamente, o al menos eso creían hasta que un rugido rompió con aquella tranquilidad.

La más afectada por el sonido fue la pobre enfermera, que por poco tuvo un ataque cardiaco, cuando el desgarrador grito se produjo en la enfermería.

Rápidamente corrió en dirección al lugar, buscando el causante de aquel alboroto. Se sorprendió al ver gran parte de la enfermería hecha un desastre y a uno de sus pacientes aporreando la puerta enloquecidamente.

-- devuélvanmelo!!! ¡¡¡Es mío!!! -- gritaba el Slytherin mientras aporreaba la puerta en un intento de salir del lugar.

-- señor Malfoy ¿que cree que está haciendo? -- lo regaño la mujer, intentando mantenerse firme aunque el miedo recorría su cuerpo al enfrentarse al Veela.

La mirada plateada se movió en su dirección, dejándola helada. Rápidamente busco con la mirada al Hjerte del rubio, era el único que lo podía tranquilizar en ese estado. Para su sorpresa no encontró señal del chico- que - vivió.

-- ¿señor Malfoy donde está el joven Potter?-- pregunto cada vez más preocupada.

El Veela solo entrecerró los ojos ante la mención de su Hjerte, gruñendo más audiblemente.

-- devuélvamelo-- susurro peligrosamente el rubio.

-- Señor Malfoy, no tengo idea de donde está su Hjerte, pero le pediré que se calme para poder investigar que paso. -- el miedo de la mujer ya era palpable, inclusive su varita temblaba lista para defenderse.

Ante un nuevo gruñido del Slytherin, la enfermera abrió la puerta como reflejo, dándole la oportunidad a Draco de escapar.

Lo último que vio del rubio fue una sonrisa maliciosa asomarse en sus labios, mientras se escabullía por la puerta.

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-D&H-

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Un par de pisos arriba, más concretamente  en la torre de Gryffindor. El día  comenzaba como cualquier otro en la habitación de los chicos de sexto.

Los ronquidos Ron llenaban la habitación, Dean mascullaba una que otra cosa acerca  de fútbol  mientras Seamus lanzaba patadas en un mal intento de callar el barullo fuera de su cama. Neville, por otro lado había sido más práctico, aplicando un hechizo de silenciador alrededor de su cama.

Todo esto se vio interrumpido cuando una chica de cabellos castaños algo enmarañados entro a la habitación y con un movimiento de su varita aplico aun sonorus a su voz.

-- Despierten!!!! -- grito Hermione con todas sus fuerzas, viendo su grito multiplicado por la fuerza del hechizo.

Las reacciones no se dieron a esperar. El pelirrojo salto de su cama asustado. El joven Thomas grito un improperio abriendo los ojos apenas y Finnigan lazo una almohada que fue esquivada con gran habilidad por la chica.

Únicamente Neville permanecía imperturbable.

La castaña se hecho a reír, mientras conjuraba un finite para poder despertar al chico Longgbottom.

-- Qué demonios!!?? -- grito Ron molesto por la abrupta interrupción de su sueño.

-- hora de levantarse-- indico tranquilamente la chica mientras removía lentamente al aun durmiente. -- vamos Nev, ya es hora de despertar.


El chico se removió empujando un poco a Hermione que callo sentada en la cama de al lado que era la que le correspondía a Harry. Fue ahí que se dio cuenta, el moreno estaba dormido.

-- Harry!!! --grito enfadada --si estabas aquí debiste de habernos avisado. Ni creas que te salvas de levantarte.

El ojiverde asomo su cara somnolienta por entre las cortinas de su cama, frotándose los ojos en un intento de permanecer despierto.

-- Mione, no grites así. Te escuche la primera vez ¿sabes?-- replico con voz modorra el pelinegro.

-- pues debiste de haber dado señales de vida. Ahora todo mundo a bañar. Si en veinte minutos no están en la sala común, tengan por seguro que vendré y me lo llevare a rastras, este como este. -- con esta última amenaza la chica salió con paso rápido del lugar.

-- ¿Por qué tenemos que levantarnos temprano si es sábado? -- pregunto contrariado Ronald

-- creo que es porque habrá ceremonia de selección hoy en el desayuno -- anuncio Neville que ya se encaminaba al baño.


El resto al verlo corrió en estampida hacia el mismo lugar.

Las duchas del cuarto de sexto eran tres, lo cual alcanzaba perfectamente en un día cualquiera, pero en un día como ese en el cual tenían que estar listos lo más pronto posible era acuerdo grupal que el primero en entrar a las duchas podía bañarse solo, el resto tenía que compartir.

Ron y Harry entraron en el cubículo resignados a compartir la ducha.

--auch!! -- se quejó el pelirrojo cuando su pierna dio contra la pared por el poco espacio-- aun me duele la pierna, según Pomfrey para mañana ya debió de haber dejado de doler, pero mientras es una molestia.

-- no sé de qué te quejas, yo tengo el brazo medio dormido por culpa de Bellatrix -- gruño el ojiverde sobándose el brazo.

-- jajaja, si tu estas así por un corte, no me quiero imaginar cómo habrá amanecido Malfoy con lo magullado que se veía ayer.-- se rio con cinismo Weasley.

Fue precisamente gracias al comentario de Ron, que el sentimiento de que se olvidaba algo desapareció. Su cara cambio a  blanco y su expresión presento todo el terror que sentía.

-- Oh por Merlin!!! -- grito saliendo a trompicones de las duchas, en busca de su ropa.

El resto de sus compañeros se miraron confundidos para seguirlo un par de segundos después, encontrándose al moreno vistiéndose a velocidad impresionante.

--hey Harry, porque tan acelerado? -- pregunto Dean preocupado.

El último de los Potters miro a sus compañeros con sus grandes ojos verdes llenos de miedo. No era miedo por el mismo si no por lo que podría hacer el Veela, aun recordaba los restos de Fenrir Greyback.

-- tengo que salir rápido -- dijo a la carrera, poniéndose los calcetines .

-- ¿pero por qué? -- cuestiono Seamus

-- es Malfoy-- ante la cara de incomprensión del resto aclaro -- deje a Malfoy en la enfermería anoche, sin avisar ni  nada.

-- ¿y eso que tiene que ver con tus prisas? -- inquirió Neville


Ron, que se había quedado callado desde que salieron de las duchas, decidió participar soltando un grito.

-- es un VEELA!!!-- aquel grito era tan sorprendido con su descubrimiento como el resto de los ocupantes del cuarto.

El ojiverde asintió mientras se colocaba la corbata.

-- pero eso que tiene que….a menos que tu….oh por Morgana!!! ¿Harry tu eres su Hjerte? -- el pobre Neville estaba tan consternado que la mayoría de su diatria no se le había entendido.

-- según parece si, el problema es que Malfoy no es un Veela normal, es un Alfa, el primero en años y no es muy bueno controlándose -- termino de explicar el moreno.


Mientras el resto se miraba entre sí, buscando reconocimiento y respuestas, la mente de Harry era un verdadero griterío de alarmas.

"Demonios, se supone que nadie se enterara de la condición de Malfoy. ¿Ahora cómo le hago para que no se lo cuenten al resto del cuerpo estudiantil?" pensó el ojiverde con ganas de arrancarse los cabellos por su torpeza.

Unos pasos interrumpieron el ambiente de manera abrupta.

-- Harry!!! ¡¡¡Harry!!!! -- gritaba Hermione demasiado alterada para le gusto del moreno.

¿Mione? ¿Qué pasa? -- pregunto Ron

-- e…es Malfoy, está fuera de la sala común. La señora gorda tuvo que huir del cuadro porque esta aporreando la entrada-- explico nerviosamente.


La mente del último de los Potter se vio envuelta en blanco mientras corría despavorido rumbo a la entrada de la sala común.

Un buen grupo de estudiantes se arremolinaba ahí, escuchando los gritos de Malfoy junto con los golpes que lanzaba contra el cuadro, que de no haber estado hechizado ya sería un montón de astillas.

-- ¡¡¡Devuélvanmelo!!! ¡¡ Es mío!!!! -- decía Draco a garganta viva, pero su voz parecía mucho más ronca de lo normal, imaginaba que llevaba un buen rato gritando de ese modo. Un escalofrió le recorrió el cuerpo imaginando como había dejado al enfermería.

-- Aléjense de la puerta!! -- ordeno acercándose a la misma -- quiero que todos me escuchen bien, voy a abrir --varios alumnos lo miraron asustados -- no les harán daño, pero necesito que todo mundo se vaya si no a sus dormitorios, lo más lejos que puedan de la puerta ¿quedo claro? -- todos se encaminaron lo más lejos dejando a Harry solo.


Respiro un par de veces para detener el nerviosismo que le inundaba y luego abrió el retrato.

La imagen que lo saludo fue la misma que en el bosque cuando había atacado a Greyback, solo que más limpio.

-- Draco -- susurro llamándolo

El rubio alzo su cabeza al escuchar su voz, las lagunas plateadas se enfocaron en él, escaneándolo en busca de algún daño.

-- Draco -- volvió a decir más tranquilamente el moreno, dejando entre ver una sonrisa. Acto seguido tenia a un Veela abrazándolo así, mientras temblaba espasmódicamente.

-- Estoy bien, nadie me llevo, ni me hicieron daño -- decía de manera suave acariciando la espalda del más alto

-- mío -- soltó el veela afianzando su agarre

-- si, tuyo -- le concedió Harry aun sin saber muy bien que fuerza externa le había motivado a decir aquello.


Observo el desastre hecho por Draco. Las paredes tenían hoyos, había pedazos de piedra por todo el suelo y no se quería imaginar cómo había quedado el retrato de la dama gorda.

-- oh por todos los dioses!! -- Grito el ojiverde -- ¿no podías hacer menos desastre??

-- ¿y tú no podrías dejar de desaparecer sin avisar? -- la voz mucho más tranquila de Malfoy alcanzo sus oídos, aunque persistía la gravedad en su voz por el desgaste.


El menor se separó para ver el rostro del Veela. La mirada plateada había recuperado su humanidad y mostraba enojo y burla a la vez.

" Definitivamente este año va a ser muy largo " pensó Harry soltando un suspiro de resignación, ya se las arreglaría para que Draco le pidiera perdón a la señora gorda.

© Anastasia Malfoy,
книга «Esto solo me pasa a mi».
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