Aclaración
Capitulo 1
Capitulo 2
Capitulo 3
Capitulo 4
Capitulo 5
Capitulo 6
Capitulo 7
Capitulo 8
Capitulo 9
Capitulo 10
Capitulo 11
Capitulo 12
Capitulo 13
Capitulo 14
Capitulo 15
Capitulo 16
Capitulo 17
Capitulo 18
Capitulo 2
El suelo bajo sus pies se sentía definitivamente bastante mejor que la molesta sensación de estar siendo tragado por la nada. Alzó la mirada acomodándose las gafas, que por el viaje, se habían desacomodado. Frente a él un par de kilómetros más allá se encontraba de pie, majestuoso, el castillo, con sus ventanas iluminadas por la luz de las miles de velas y candelabros.

-Parece que estamos en el lugar correcto -Dijo quien hasta ahora conocía como el novio de tía Margge. – En unos minutos más estaremos en la seguridad del castillo, con comida, atención médica para ustedes y con algo de suerte whiskey de fuego para mí- Recalcó el hombre mirando al rubio que seguía detrás de él.


Definitivamente Harry no se había detenido a observar el estado en el que su compañero se encontraba. El rostro de Malfoy mantenía la expresión seria y altanera usual, pero miles de pequeños rasguños se esparcían por todo su cuerpo. Tenía una fea cortada cerca del ojo, producto de lo que parecía una de las garras de Greyback, su labio se encontraba partido, tenía un morado en uno de los pómulos. Todo su pecho estaba lleno de cortadas profundas de las cuales emanaba un poco de sangre, pero lo que definitivamente preocupó por demás al moreno, fue la clara marca de dientes que tenía en el hombro.


- ¡Por Merlín Malfoy, te mordió - Exclamó asustado

El rubio elevó una ceja ante la exclamación, mirando el lugar que señalaba, donde efectivamente, una mordida bastante salvaje se vislumbraba.


- ¡Demonios - Soltó el rubio - Ese maldito lobo arrancó una parte de mi camisa, ahora no podré usarla. Era nueva – Soltó Draco con cara de disgusto
- Debería preocuparte más la mordida y no tu camisa Malfoy -Lo regañó Harry
- ¿Por qué debería de apurarme más una inútil mordida Potter? -
- ¡Porque Greyback es un hombre lobo- Señaló el joven- la mordida es irreversible.
-  Eso ya lo sé - Dijo aun sin comprender el alterado comportamiento.

-¿No te preocupa en lo absoluto?-
- La verdad no, sigo sin entender a dónde quieres llegar Potter-


Un resoplido escapó de sus labios, mientras furioso se daba por vencido - Cosa tuya entonces Malfoy, no debí preocuparme por una serpiente – Frustrado el Gryffindor comenzó a andar rumbo al castillo.
- ¡Espera Potter ¿A quién llamaste serpiente? ¡No eres más que un simple gato - Gritó Malfoy a la vez que corría para alcanzar al denominado felino.
Harry se detuvo para enfrentar a su Némesis - A ti, víbora ponzoñosa. Y no me llames gato, en todo caso León, no gato-

-Yo te llamó como se me antoja cara-rajada- Volvió a insultar el menor de los Malfoy, siguiendo la discusión que hace minutos desarrollaban.

El castaño veía la escena divertido, No dejaba de pensar que ese año iba a hacer muy interesante y por suerte él tenía boletos de primera fila para ver todo el espectáculo.

Riendo ante sus pensamientos avanzó sobre el empedrado camino que lo llevaría hacia las puertas del colegio. Mientras, detrás de él, dos adolescentes seguían discutiendo.

-D&H-

Era la décima vez que iba a preguntar si había noticias de los chicos. La espera estaba poniendo de los nervios a todos los habitantes del castillo. McGonagall  no dejaba de pasearse por el Gran comedor dando órdenes, aun después de que todo estuviera bien organizado. Padfoot roía una pata de madera después haber sido pisado por medio mundo y confinado debajo de una de las mesas para evitar estorbar. Y Remus, pues el caminaba de ida y vuelta cada cierto tiempo buscando información de los alumnos faltantes.

La voz del auror le llegó lejana, no entendía que le decía pero, por su cara supo que todavía faltaba alguien.


Comenzó el regreso al castillo, mientras se recriminaba por dejarse confiar en medio de la pelea. Si se hubiera fijado que el mortífago había lanzado el hechizo no habría quedado inconsciente. Era su culpa que su cachorro y Malfoy quedaran solos.


Sus cavilaciones se vieron violentamente interrumpidas por un grito. Grito que no le gustó nada.

Regresó sobre sus pasos lo más rápido que sus piernas se lo permitían, su respiración agitada y el corazón a mil por hora, mientras lograba divisar un grupo pequeño de gente alrededor de algo o alguien.

- Por favor que estén bien, por favor que estén bien - Murmuraba para sí mismo mientras, desesperado, se abría camino entre las personas ahí reunidas.

La imagen frente a él lo dejo perplejo.

Harry Potter permanecía entre los brazos de un chico rubio que reconoció como Draco Malfoy, el cual gruñía como si de un animal se tratase, y ahora que el licántropo lo pensaba, había cierto aroma en el aire que indicaba la presencia de otra creatura más. Su lobo interno gruño ante tal idea.

- ¡Harry! - Exclamó aliviado, haciendo que el muchacho dejara de lado el infructuoso intento de tranquilizar al rubio.

- Moony - soltó alegre, librándose de los brazos del rubio corriendo a abrazar al licántropo.
-Por Merlín, no sabes lo aliviado que estoy de que estés bien. Casi me muero cuando me entere de que Padfoot te había dejado en el bosque solo -Decía el castaño mientras estrangulaba al moreno
- Moony, no respiro - Susurro entrecortadamente el más chico riendo ante la preocupación del mayor - Y no estaba solo, Malfoy estaba conmigo - Terminó después de ser soltado por el merodeador, mientras señalaba al rubio que los miraba gruñendo y mostrando los dientes.


Fue en es ese momento que lo notó, el olor que desprendía el chico no era humano. Al mirar las profundas lagunas plateadas ensombrecidas por la ira y los celos, lo supo, la verdadera naturaleza del Slytherin.

- Es un veela – Advirtió el licántropo.


Harry, que no entendía las implicaciones de las palabras de su antiguo profesor, miro a Malfoy con interés. Definitivamente era muy guapo, atrayente, su cabello, su piel, sus ojos, todo él era perfecto. No era raro que Remus pensara que era un veela, de hecho el mismo se había planteado la posibilidad hacia un par de años durante los mundiales, al ver a las veelas del equipo de Bulgaria.


Su mirada y la del rubio de encontraron, plata llamando a la esmeralda.


Remus seguía atento a cualquier movimiento del más pequeño de los Malfoy, si el chico era un veela su reacción podía volverse peligrosa.

Por el rabillo del ojo captó como alguien se movía hacia el rubio, disparando sus alarmas. Alargo el brazo para evitar que quien fuera no avanzara más, pero sus cálculos fallaron y la persona escapo de su agarre.

Fueron pocos segundos en los que su mente dejo de razonar, en los que solo fue un espectador de aquella increíble escena; Harry Potter caminaba lentamente hacia Draco Malfoy mientras el rubio extendía los brazos dándole la bienvenida.


En ese momento volvió a la realidad y con desesperación corrió hacia el moreno sin importarle que el veela lo viera como una amenaza.

- Harry aléjate de el - Grito a todo pulmón el castaño, pero ya era muy tarde, el más pequeño se encontraba a pocos centímetros de los brazos protectores del veela.
- Draco- Susurro el moreno colocando su mano en el rostro de alabastro
- Harry - Respondió de igual manera el Slytherin mirando con adoración el ser entre sus brazos


El silencio reino por largos minutos, entre aurores sorprendidos, profesores confundidos o preocupados, y una pareja que se miraba con algo muy parecido al cariño. Pero definitivamente nadie se esperaba lo que seguía.


Los reflejos del buscador más joven de Hogwarts se mostraron en su más gran de esplendor al tomar por sorpresa la oreja de su rubio compañero y jalando de ella de manera que el más alto estuvo a la altura del Gryffindor.

- Ya regresaste Malfoy? ¿o tengo que arrancarte la oreja para que te comportes como una persona normal y decente? -Soltó Harry dejando con la boca abierta a los presentes.

- Ahhh... Suéltame Potter, me lastimas - Se quejaba Malfoy, regresando a su estado normal.
-Eso debiste de haberlo pensado antes de montar todo este espectáculo -Reclamo el Gryffindor

- Eh...Harry, creo que sería bueno dejar las quejas para cuando estemos en el castillo - Intervino por primera vez Matteu, que esperaba junto al resto de los presentes.


Harry lo miro, asintiendo soltó a Malfoy, comenzando su camino hacia el castillo seguido de cerca de Remus, que intentaba sacarle una explicación de aquel evento.


- Vas a tener que trabajar si quieres ganártelo - Susurro Matteu sabiendo que era escuchado perfectamente por el rubio.


A lo lejos un Auror dio el anuncio. No faltaba ningún alumno.

 
-

D&H-

El castillo se encontraba hundido en un estado de alarma y caos, con el alboroto de los alumnos, los profesores corriendo por los pasillos, y algunos aurores que vigilaban los terrenos del colegio.

Fue uno de esos aurores quien alerto a todos sobre el arribo de los últimos dos alumnos.

El director, algunos profesores, alumnos y un perro salieron en estampida hacia las puertas del lugar.

Su mirada se paseó por toda la explanada del castillo, divisando cuatro figuras que se acercaban rápidamente. Sin esperar a nadie, el perro corrió a su encuentro.

- Snuffles - Grito el chico sintiendo como las grandes patas del perro lo aventaban a la tierra pero el golpe nunca llego, en su lugar apareció un suave agarre, sosteniéndolo.

Ya sabía quién era el responsable de que estuviera levemente inclinado con el perro negro lamiéndole la cara entera sin caerse, pero decidió minimizar su importancia y sintiéndose demasiado feliz de ver a su padrino.


- Snuffles deja en paz a Harry - Lo regaño Remus sin dejar de mirar al chico rubio que sostenía por la espada a su cachorro.


El perro ladro contento olisqueando el aire alrededor del niño que vivió, notando al instante el olor a sangre que emanaba de su ahijado,  tomo la manga de su túnica y jalo de el rumbo a la enfermería, seguido rápidamente del menor de los Malfoy.

 
-

D&H-


Madame Pomfrey estaba lista para cualquier cosa que tuviera que ver durante la guerra, todo, excepto la escena delante de ella; Draco Malfoy gruñéndole al temido Sirius Black, que también gruñía, mientras Harry Potter sentado en una cama miraba aburrido a ambos hombres.


- Alguno de ustedes me haría el favor de explicar que está pasando. - Pidió la enfermera llamando la atención de los tres ocupantes del lugar.


El moreno menor sonrió al ver la expresión severa de la enfermera, definitivamente tanto Malfoy como Sirius tendrían problemas.


-Venimos a que curara nuestras heridas - Respondió sereno el ojiverde.


La enfermera sonrió al muchacho, mientras revisaba los daños. Pronto su brazo ya no sangraba y los muchos moretones de su cuerpo desaparecían gracias a las pociones de la enfermera.


- Con esto será suficiente, pero no podrá salir de aquí por lo que resta de la noche y mañana lo evaluare para ver si puede retirarse- Índico la enfermera.

-Muchas gracias por atenderlo Poppy -Dijo Sirius sonriente mientras posaba su mano en el hombro del moreno menor. Un gruñido por parte del rubio llamo la atención de la mujer, que reparo en la extraña presencia del rubio.

-Señor Malfoy, podría subir a la cama para poder curarlo -Pidió la enfermera, siendo completamente ignorada por el chico en cuestión- Señor Malfoy??


- Draco, sube a la cama para que te revisen la mordida - Ordeno el Gryffindor seriamente al chico frente a él. El rubio solo asintió haciendo caso sin mayor problema.


Sirius  los observaba, intrigado por la manera en la que Malfoy respondía a la presencia de su cachorro.

-Malfoy, aclárame una cosa. ¿Por qué te quedaste a ayudar? ¿Por qué no huiste como el resto de los Slytherin?

Draco lo miro sorprendido e indignado por las preguntas.

-Primero quiero aclarar que mis amigos no huyeron. Yo les pedí que fueran a ayudar  a los alumnos más jóvenes. En cuanto a Potter, eso es un poco más complicado.

-Explicaciones por favor. Si no fuera mucha molestia- Mascullo Sirius.

- Soy un Veela, bueno 90% Veela. Hace tres meses recibí mi herencia - Soltó sin preámbulos el rubio.

Harry se tensó ante la sorpresiva respuesta, definitivamente esto se iba poniendo cada vez peor. No era tonto, sabía sumar perfectamente y el hecho de que Malfoy no lo dejara solo ni a sol ni a sombra tenía que ver con su herencia.


- ¿Disculpa? ¿Me crees estúpido? No hay manera de que un Malfoy, mucho menos uno con sangre Black sea una creatura. Ningún Black a tenida relación con creaturas mágicas, créeme. Incesto, sí. Relaciones con creaturas, no.

-Puede que los Malfoy ocultaran cierta parte de su  herencia- susurro Draco algo incómodo –  El punto es que soy un Veela dominante, al 90%.

-Y tu cuento se vuelve aún más increíble.  No ha existido de un Veela dominante en quinientos años. La posibilidad de que un mago como tu fuera un Veela dominante es de .0001%-  Era claro que el último de los Black sabia de lo que hablaba – Tal vez quieras agregarle a tu cuento princesas atrapadas en  torres, podría ser más creíble.

-Soy un veela dominante, lo quieras creer o no.

-Digamos que te creo. ¿Dónde está tu Hjerte? Todos los seres de cualquier especie saben quién es su Hjerte apenas y reciben su herencia. Si eres lo que dices responde.- exigió Sirius.


El rubio solo se removió incomodo, desviando su atención por un segundo a la cama de enfrente.


Harry subió la mirada al notar el silencio. Por Merlín que no fuera lo que estaba pensando. Solo a él le podían pasar ese tipo de cosas.


- Malfoy, dime que Hjerte no tiene nada que ver con pareja - Suplico el ojiverde.

Con un suspiro pesado el Slytherin respondió – No exactamente, pero lo más normal es que termine siendo el caso. Un Hjerte es algo valioso que tiene que ser protegido.

- Por Merlín, esto solo me pasa a mí - Lloriqueo el moreno ocultando su rostro con las manos.
- Disculpen pero no entiendo – Dijo Sirius algo confundido
- Vamos Siri es más que obvio, el Hjerte de Malfoy soy yo - Bufo el Gryffindor algo molesto.
- ¿¡QUE!?-

-Es bastante fácil de notar, si apenas me he separado de Potter desde que llegamos- bufo el rubio. Black sí que era lento.                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                    

- Sirius te sugiero que te pongas a cavilar en otra parte y me dejes revisar al señor Malfoy- Dijo la enfermera moviendo al hombre mientras colocaba un carrito repleto de material para curar las heridas del rubio- Señor Malfoy estese quieto. Potter será mejor que se recueste, la poción regeneradora que le di tardara en hacer efecto.

Aturdido como estaba, Harry hizo caso y se tumbó en la cama.

“Draco Malfoy es un Veela… y yo soy su Hjerte”

La idea le parecía descabellada, y aun así tenía sentido. Malfoy si parecía un Veela, se comportaba como Veela, altanero y todo poderoso, justo como las Veelas de Bulgaria. La única diferencia era que su aura, su presencia denotaba poder y fuerza, a diferencia de las otras veelas que emitían un sentimiento mas pacifico, sumiso por así decirlo.

“Solamente me puede estar pasando a mí”

De repente una duda lo asalto.

-Malfoy ¿desde cuándo?- Pregunto posando su mirada en las orbes plateadas
- ¿Disculpa?
- ¿Desde cuándo sabes que soy tu jererte o como quiera que se diga?


El rubio reflexiono un poco, desde el momento que había recibido su herencia lo supo. Ni bien había despertado el día de su cumpleaños lo primero que imagino era el rostro sonriente del moreno. De hecho le tomo todo su autocontrol y orgullo para evitar que saliera en busca del Gryffindor.


-Creo que algo así como dos meses - Respondió por fin el Veela- Y créeme que casi me da un infarto cuando entendí el porqué de mis increíbles ganas de salir a buscarte- Se burló cerrando los ojos mientras la enfermera le quitaba la playera en busca de más heridas.


El - niño-que-vivó permaneció con la mirada en el níveo torso, que ahora estaba lleno de marcas, rasguños, moretones y pequeñas cortadas, pero lo que más lo alarmo fue la mordida que decoraba su hombro. Antes había notado que la herida era profunda pero nunca imagino que tanto.

- Dioses, ¿a qué osos salvaje se puso a molestar par que le dejara semejante mordida? -- Pregunto más molesta la enfermera que preocupada.

-No fue un oso Madame, de hecho fue un lobo- La corrigió Draco.

-Hombre lobo, lo que mordió a Dra...Malfoy fue Fenrir Greyback -Aclaro el moreno.

Se sentía culpable del inminente cambio que tendría que pasar el rubio. Era por protegerlo que había sido mordido. Con tristeza centro su atención en el Slytherin. No podía hacer nada para evitar aquello, pero al menos podía hacerle ver que no estaba solo.

La enfermera termino de limpiar y suturar la herida, dejando en su lugar un vendaje. Se lavó las manos y giro para hablar con los jóvenes. Harry presintió que ese era el momento en que la mujer explicaría los cambios que sufriría el chico, sus nervios pudieron más y por instinto tomo la mano del rubio que lo miro extrañado por la acción, el solo sonrió en respuesta infundiéndole ánimos.


- Eh cerrado y curado todas sus heridas señor Malfoy, pero lamento informarle -La mano de Harry apretó con más fuerza -Que no podrá jugar Quidditch hasta dentro de dos meses si quiere que su hombro quede como nuevo.
-Eh??-La cara del Gryffindor era un poema, mientras Draco se limitaba a asentir ante las instrucciones de la enfermera.
-Gracias por todo Madame

-E... Esperen...¿Que paso con la mordida? fue un hombre lobo, se supone que tendría que advertirle sobre las transformaciones y ese tipo de cosas -Soltó el moreno contrariado.
-No hay necesidad de eso, señor Potter - Aclaro la mujer.
- Como que no hay necesidad, no existe cura para la mordida de un hombre lobo y usted dice que no hay necesidad de explicar nada, además que Malfoy no parece asustado ni nada ¿qué demonios está pasando?
- Señor Malfoy le recomiendo que le explique al señor Potter todo respecto a su condición, los dejare solos pero recuerden tomar las pociones que están al lado de sus camas en una hora.-Y sin mayor explicación Madame Pomfrey salió de la habitación dejando a un Gryffindor atónito, un Merodeador con dudas, y a un Slytherin que tendría que explicar muchas cosas.

 
-

D&H-


Llevaban más de 30 minutos fuera de la enfermería paseándose como leones enjaulados en la espera de información acerca del estado de salud de los dos jóvenes que se encontraban dentro de la misma.


- ¿Por qué demonios tardan tanto?- Pregunto Lucius Malfoy fuera de sus cabales.


- Tranquilízate Lucius, si Black no ha salido es por alguna razón.- Lo regaño el pocionista.


Lucius Malfoy lo miro con enojo por su falta de preocupación, pero se topó con dos obsidianas nubladas por la preocupación. El rubio se limitó a colocarse a su lado, permitiendo así que el moreno lo tomara como punto de apoyo.


-Gracias- Susurro Severus con una delgada mueca en forma de sonrisa


La puerta dio un pequeño chasquido y por ella apareció Sirius Black. Su rostro era todo un poema entre felicidad y preocupación.


- Black ¿Que paso? ¿Por qué traes esa cara?? Responde Black - Comenzó Severus con su interrogatorio tomando al ex convicto por el cuello zarandeándolo con desesperación.


-Sev, tranquilízate y déjalo responder - Pidió Lucius alejando las manos del pocionista del cuello del moreno.


- Siri ¿Podrías decirnos como están Draco y Harry?- Pregunto Remus un poco más tranquilo

El ex Gryffindor los miro como alucinado, las palabras antes escuchadas lo habían dejado en cero.

------------ Flash Back-----------

Draco Malfoy miraba a los morenos, sin saber muy bien por dónde empezar.

-Primero que nada soy una creatura mágica casi en su totalidad, es por eso que la mordida no me afecto. No puedo ser una creatura y transformarme en otra. Solo puedo ser uno ¿Satisfecho?

Harry asintió rápidamente, maldiciendo el no haber pensado en eso antes.

-En cuanto a la rareza de los Veelas dominantes. La explicación más simple es que solo los descendientes de los veela originales, los primeros en existir, algo asi como la realeza, pueden llegar a ser dominantes. Algunas Veelas fueron creadas por la magia y otras simplemente se convirtieron en casi Veelas con ayuda de rituales obscuros.

Los Veelas “Reales” no interactuaban mucho con otras creaturas temiendo  ser atacados o secuestrados, por lo cual no existen muchos descendientes de los mismos.

La rama Francesa de los Malfoy solía tener un bosque lleno de creaturas mágicas dentro de sus tierras. De ahí su relación con las Veelas “Reales”.

Ahora, los Veelas dominantes, alfas o como quieran llamarlos, son básicamente líderes. Actualmente hay solo conozco de la existencia de dos en Europa occidental y el Reino Unido: El líder Francés y yo.

Nadie sabe muy bien por que nace un dominante, lo único seguro es que están destinados a guiar a las creaturas mágicas de alguna manera. Por lo tanto nuestras habilidades son un poco diferentes a las de un Veela normal.

En lugar de transformarnos en pájaros podemos crecer alas, garras y colmillos. Nuestra fuerza se incrementa a niveles increíbles. Somos inmunes a casi todos los venenos, y tenemos gran resistencia mágica. Se podría decir que somos invencibles.-

Harry escuchaba atónito la explicación, maravillado y asustado del rubio. Un ser así, con o sin Voldemort, podía ser la condena del mundo mágico. Aun que parecía que el Slytherin aún no controlaba del todo bien sus nuevas habilidades, no dudaba en que lo lograría en poco tiempo.



Satisfecho por la explicación de Malfoy, solo faltaba aclarar una duda.



-¿Qué es, exactamente un Hjerte? – Pregunto algo temeroso el ojiverde.



-Siendo muy literales, el corazón de las creaturas. – Respondió Draco – La explicación más exacta es un poco más compleja. Verán, todo ser tiene una parte lógica y una emocional. Las creaturas mágicas, dada su conexión más cercana al mundo natural, tienen una parte “humana” y una “animal”. Instinto y raciocinio.



Según las leyendas los Hjerte son productos de la magia, que al ver como las creaturas mágicas se volvían seres únicamente guiados por el instinto, doto de la habilidad para balancearlos a algunos seres mágicos.

La realidad es que los Hjerte cuentan con habilidades únicas, que los ayudan a balancear a las creaturas mágicas.



-Algo así como almas gemelas ¿cierto? – soltó Sirius anonadado.

-Sí y no. El Hjerte mantiene a las creaturas mágicas conectadas con su humanidad, por lo tanto las creaturas suelen proteger esa humanidad, creando un lazo entre ellos que usualmente deriva en una relación más profunda. Cuando una creatura mágica alcanza su mayoría de edad, sus sentidos le indican al Hjerte que tenga más compatibilidad con ellos. Mágicamente hablando.

Como dijo Black, todos las creaturas mágicas saben quién podría ser su Hjerte, aunque no todos deciden aceptarlo, llegando a viajar por el mundo en busca de “mejores” Hjerte para balancearlos.

Es por eso que alguien como Potter es tan valioso, para mi o para cualquier creatura, el poder que tiene es increible.




-Genial, simplemente genial.- Susurro Harry – No solo tengo un Loco maniático queriendo matarme, sino además una horda de creaturas que quieren aparearse conmigo.



- Potter, no somos animales. No se trata de aparearse, la idea es alcanzar nuestro mayor potencial, tener control de nuestras habilidades y de nosotros mismos. Sin control somos peligrosos. Sin control el ministerio nos caza. ¿Capicci?- bufo Malfoy.

-¿Control? ¿Te parecía que estabas controlado cuando atacaste a Bellatrix y Greyback cual animal, solo porque me tocaron? ¿O cuando le gruñes a quien se me acerca?

- Como dije antes, eres valioso. Asegurarme de que vivas es mi prioridad. Y recuerda que mi herencia se manifestó apenas hace dos meses. ¿Qué esperabas? Por muy bueno que sea, mi control no es el mejor. Súmale que por cinco años lo único que hemos hecho es lanzarnos maldiciones a diestra y siniestra. Cualquier persona encontraría difícil de mantenerse cuerdo dadas las circunstancias.



¿Por qué siempre yo?

 

-Bien – exclamo Harry - ¿Qué necesitas para controlarte mejor? – Se arrepentiría de esas palabras, lo sabía, porque siempre terminaba metido en problemas por querer salvar a todos.

-Déjame estar cerca de ti.- Respondió rápidamente Draco.- No digo que seamos los mejores amigos, ni nada por el estilo, pero quiero conocerte mejor. No puedo cambiar lo que soy, no puedo cambiar el hecho de que tú eres la única persona que puede ayudarme a ser quien debo ser, a ser la mejor versión de mí.



Aquella declaración dejo sin palabras al Gryffindor. Nunca había escuchado tanta sinceridad de los labios de su némesis. Algo cálido se instaló dentro de él, haciéndolo asentir sin pensarlo mucho.



-Un segundo – Intervino Sirius, que había sido testigo silencioso de todo el intercambio. – Solo para dejar bien clara la situación. Tú eres un Veela Alfa. Eres casi indestructible y tu único punto “débil” por así decirlo  ¿Es mi cachorro?

-Exacto



El rostro del mayor se volvió un poema y paso de un atractivo bronceado a un muy preocupante color gris.


- ¿Paddy, estas bien? -Pregunto el ojiverde preocupado por su padrino que realmente parecía a un paso del colapso.
- Necesito a Moony - Fue todo lo que dijo el ex convicto antes de arrastrar todo su cuerpo fuera de la enfermería.


----------Fin del Flash back-------------

Su mirada vago por entre los presente buscando un par de ojos miel, encontrándolos frente a él con la expectación grabada en ellos.



- ¿Paddy, estas seguro de todo lo que nos dijiste?- El moreno solo asintió lentamente aun con la mirada clavada en los orbes miel.
- Ya sabía yo que nada bueno iba a pasar este año -Soltó Lucius acongojado, recargándose en la pared detrás de él.


El pocionista soltó un suspiro, ya se esperaba algo como eso pero había rogado por que no fuera cierto lo dicho por Black. Solo suplicaba a los dioses que su ahijado fuera lo suficientemente fuerte para soportar todo lo que se le vendría al emparejarse con el niño que vivió.

© Anastasia Malfoy,
книга «Esto solo me pasa a mi».
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