Dedicatorias
Prólogo
Capítulo uno: Giantville
Capítulo dos: Los sucesos anteriores a los sucesos
2.2
2.3
Capítulo tres: En el otro lado del mundo lejos de Giantville
3.2
3.3
Capítulo cuatro: Los primeros meses en Nueva York
4.2
4.3
Capítulo cinco: En Giantville
Capítulo seis: Los primeros días
3.2
Era día sábado por la mañana y Melek se quedó dormida intentando de leer el libro que juró leer a su amigo Otniel ya que esté lo estaba leyendo junto con ella después de ver la segunda parte de la película, con sus audífonos puestos en los oídos escuchando "Numeral" del músico Gustavo Cerati, que era la rima de los números del uno hasta el trece con ciertos aspectos místicos; era un poco misterioso  por parte del músico, pero lo más llamativo del álbum era los símbolos que tenia en una parte del disco. Melek se levantó a las ocho de la mañana se fue a duchar rápidamente para no tener que ver la cara de su estúpido hermano que prefirió creerle a una oportunista que a su propia familia, se vistió rápidamente estaba vestida con una falda de color negro, con unas calzas del mismo color que su falda, una polera de color blanco con un estampado de flores bordadas en la esquina superior izquierda, su suéter era azul marino abierto y largo, buscó el celular y marco a su amigo Otniel, este le contesta:
-          Aló Otniel - exclamó Melek por el celular
-          Hola bonita - contestó medio dormido
-               ¿Cómo estás? - preguntó Melek a través del teléfono móvil
-            Con un dolor insoportable en mi cabeza - se quejo Otniel
-             Que esperabas... eso se llama resaca - río Melek por el teléfono
-           Si claro.... ja ja ja!!! - contestó sarcástico Otniel
-          Necesito un favor - comentó Melek un poco sería
-          Si que ocurre... - con tono preocupado
-             Es que viene el estúpido de mi hermano.... - comentó Melek
-            Ahhh.... ¿y quieres venir a mi casa? - preguntó Otniel
-              Si no fuera tanta molestia - con voz de súplica
-              Bueno -  afirmó Otniel
-          Gracias amigo... - exclamó con alegría Melek
-           Si nos vemos... - inquirió Otniel
-           Adiós amigo... - exclamó Melek
-          Adiós.... - corto Otniel y se levantó para recibir a su amiga, mientras ella estaba saliendo de su habitación y cerró la puerta con mucho cuidado para no levantar sospechas, con el bolso de trabajo en el eventual caso de que Guadalupe se le presente en la cocina, caminó suavemente por el pasillo que separaba a la puerta; y en la entrada se tropieza con Guadalupe que estaba en la puerta con el ceño fruncido y esta dice:
-          ¿A dónde vas? - preguntó Guadalupe con un tono enojado
-        Nani... por Dios - saltó de la sorpresa Melek que no supo reaccionar
-          Hija ya lo hablamos - inquirió con cierta frustración
-            Nani esto es importante - exclamó con resignación
-           ¿Qué es más importante que tu hermano? - preguntó desconcertada Guadalupe
-          Es Otniel - soltó como último recurso Melek
-           ¿Qué le ocurre a ese chico? - preguntó curiosa Guadalupe
-         Ehh... tenemos que ver unos símbolos de carácter extraño - intentó de explicar, pero la intuición de Guadalupe es tan buena que no le creyó mucho y Melek intentó de mantener la calma, aunque en el fondo no quería ver a su hermano lo odiaba tanto que jamás iba a soportar ver su cara, y tener que recordar ese episodio tan triste y decepcionante; Melek rogaba al cielo que Guadalupe creyera la mentira y está dice:
-         Sólo por está vez - exclamó con resignación
-            Gracias Nani... sabes que te amo -  la abrazo muy fuerte y le da un gran beso en la frente
-         Si claro - exclamó con cierta decepción Guadalupe, esta le abre la puerta y Melek sale de la casa con una felicidad; está se destruye cuando ve a su hermano con su familia a punto de golpear la puerta, los hermanos se miran de frente por unos minutos y Melek le aparta la mirada violentamente y está camina más rápido y choca el hombro tan fuerte con la de su hermano y su esposa, que casi los hace caer; sus hijos lo miraron con cierto silencio sepulcral y ni se movían, Melek salió de la calle a esperar un taxi, después de unos minutos aparece uno  que se dirigía al centro en donde vive su mejor amigo Otniel, y el taxista le pregunta:
-          ¿A dónde va señorita? - le pregunta a Melek
-           Al centro por favor - indicó Melek con cierta molestia y prefirió mirar el paisaje que los colores eran hermosos, estaba un poco enojada que tuvo que ver el rostro de ese estúpido y a esa maldita, peor lo poco que vio su hermano mayor estaba un poco envejecido parece que los años se cayeron sobre él, y esa estúpida estaba con algunas arrugas en su piel blanca y sus primeras canas que las cubría con una tintura de pésima calidad aún se notaba sus horribles canas, en definitiva Melek tomó su bolso de trabajo con tanta furia que la señora que estaba al lado de ella la mira con cierto temor; después de veinte minutos llega al centro de la ciudad, Otniel vivía en el edificio que tenia en frente bajó del taxi y le da el dinero al señor, este parte inmediatamente después que bajó Melek,  entro al edificio subió algunas escaleras ya que su amigo vivía en el segundo piso número trescientos trece, finalmente llega al departamento de Otniel esta golpea, en ese momento abre un Otniel un poco somnoliento, básicamente estaba en pijamas y recién levantado y Melek dice:
-         Hola - con una leve sonrisa
-         Hola - con un poco de sueño la saluda en la mejilla - pasa por favor
-          Permiso... - exclamó Melek en el caso que hubiera alguien mas en el departamento y Otniel toca su espalda
-           Siéntate por favor - inquirió Otniel, Melek se sienta en un sillón que estaba bastante cómodo y vio el departamento de su mejor amigo, en ese momento estaba un poco desordenado, pero eso no es relevante para Melek ya que lo conocía es típico de él, después aparece con unas cervezas y dice - toma - le ofrece la cerveza y está acepta
-         Gracias amigo - exclamó Melek y tomó de a poco la cerveza y Otniel estaba sentada en frente de ella, se miren mientras beben y este pregunta:
-          ¿Iba a ir tu hermano a tu casa? - preguntó Otniel curioso
-          Ni menciones a ese imbécil - exclamó con rabia en sus ojos
-          Bueno... -  exclamó Otniel mientras bebía un sorbo de la cerveza
-        ¿Cómo estás? - preguntó de repente Melek
-        Bueno ya sabes con un dolor de cabeza después de anoche - se quejo un poco Otniel
-           Claro entiendo - lo miro fijamente a los ojos
-          ¿Y tú? - preguntó sonriente Otniel
-       ¿Yo que? - preguntó Melek con cierta inquietud
-            ¿Cómo estás? - preguntó Otniel
-           Bien dentro de todo - respondió Melek con soltura
-           ¿Has leído el libro? - preguntó Otniel cambiando el tema completamente
-           En eso estamos - respondió Melek con cierto peso en la voz
-            ¿En qué parte vas? - preguntó Otniel
-         Voy en la parte que el payaso conversa con Georgie - exclamó Melek
-           Uff... Melek.... - reclamó Otniel
-          ¿Qué? - encogió los hombros Melek
-           Nada - le sonrió, estos se rieron un poco por un rato y después pararon en un silencio un poco incómodo para ambos Melek dijo:
-             Traje el trabajo a tu casa - le sonrió Melek
-           Genial - toció un poco Otniel
-           Si vamos a la mesa entonces...  - sugirió Melek indicando con la mirada a la mesa
-            Ohhh!! Claro... - exclamó Otniel, sacando algunas cosas de la mesa y Melek puso su bolso de la oficina, sacó todo lo que tenia en su interior; fotografías del ultimo crimen ritual, archivos,  los testimonios de los protagonistas y de testigos que estuvieron en el ritual, Otniel analizaba todo lo que estaba ahí; y a su vez veía a Melek concentrada en la símbolos que les llamó profundamente la atención, miraba las imágenes detenidamente una por una; mientras su amigo Otniel leía los testimonios de las personas que participaron en el crimen de dos recién nacidos que eran gemelos, Otniel se tomó su mano sobre su rostro y no podía creer lo que leía en los testimonios de los involucrados en los hechos delictuales; y Otniel exclamó:
-           No lo puedo creer - exclamó Otniel con  desconcertado
-         ¿Qué ocurre? - preguntó Melek
-         Lee esto por favor - exclamó con cierta rabia acumulada, entregando la carpeta de los testimonios de los involucrados en este hecho y Melek leyó en voz alta algo así:
-  30 de agosto 2016 a las 13:30: "Yo había tenido a mis hijos, bajo los efectos de las drogas alucinógenas... (silencio por dos minutos)..; después de eso vinieron las personas de la secta.... (intentando de recordar se toma la cabeza con sus  dos manos)... tomaron a mis hijos y se lo llevaron a otro cuarto para lavarlos... (silencio nuevamente).. después.. me mantuvieron separada de ellos eso dos días .... "
-          Sigue Melek, lo que viene es peor - exclamó Otniel con pena
-   30 de Agosto 2016 a las 14:00: "Yo esos dos días no vi a mis hijos... (con cierto remordimiento en su voz).. el jefe de la secta me dijo que ellos encarnaba el mal.... era el famoso anticristo.... se drogaron más hasta ese día.... (tomó un tiempo para reflexionar)... a las siete de la tarde empezó el ritual  encendieron una gran fogata en donde estaba en frente de ella con la droga en mi organismo reaccionando... nuestro líder espiritual nos dice que estos gemelos hay que arrojarlos al fuego porque encarnan el mal, primero los amarró, les tapó sus bocas, los apuñaló dos veces y finalmente los arrojó al fuego, sentía el olor a la carne quemándose lentamente; no reaccione no hice nada, yo todavía sigo creyendo que fue lo mejor (sin muestras de arrepentimiento)"
-            Es horrible el testimonio - inquirió Otniel
-        Es cierto - exclamó Melek helada por lo que leyó
-            La mujer no muestra arrepentimiento alguno - exclamó Otniel con rabia
-          Eso es cierto - exclamó Melek
-         Además está bajo los efectos de drogas alucinógenas - inquirió Otniel
-           Fue algo horrible, te acuerdas - exclamó Melek
-           Teníamos una escena del crimen poco usual - exclamó curioso Otniel
-          ¿Te acuerdas de algo? - preguntó Melek curiosa
-         La verdad no - inquirió Otniel intentando de recordar algo
-         Sabes tengo un poco de hambre - exclamó Melek tocándose el estómago, Otniel la mira de reojo y exclamó
-         ¿Quieres algo? - preguntó Otniel
-         Si una fruta por favor - inquirió Melek, mientras revisaba los demás testimonios de los implicados en el crimen de los gemelos su amigo Otniel fue a buscarle una fruta en cambio él, prefirió un yogurt con cereales de chocolate que era más estimulante a esa hora de la mañana, Melek leía el testimonio de uno de la secta en la misma fecha que daba un punto de vista diferente de la situación y dice:
-           Otniel!!! - alzó Melek un poco la voz y apareció inmediatamente con una ensalada de frutas y su típico yogurt con cereal
-         Aquí estoy.... - inquirió Otniel con la ensalada y su comida
-        No era para eso.... me llamó la atención este testimonio - exclamó Melek
-           Toma amiga - le entrega la ensalada y está come de a poco y dice:
-          Mira este testimonio...- exclamó Melek
-         ¿Puedes leerlo por favor? - exclamó Otniel y está asentó con su cabeza y comenzó a leer
-      30 de Agosto 2017 a las 13:30 Testimonio de Julio " Yo atendí el parto de nuestra iluminada, ya saben soy médico recién graduado...
¿Cómo detuvieron el sangrado después del parto?
Bueno conozco a enfermeras que me trajeron, morfina para calmar los dolares previos y después intente de hacer puntos en su parte vaginal, pero el líder quería que fuera de forma natural. ..así que detuve el sangrado con hierbas medicinales en la zona determinada y le di recomendaciones a la mujer...yo estaba sobrio (intentando de recordar)... nosotros tomamos un tipo de droga alucinógena que experimentamos diferentes sensaciones que eran extraños para nosotros, pensábamos que estábamos conectados con el universo.... éstos efecto duraban unas doce horas...
-         Me sorprende un médico ahí - exclamó Otniel con sorpresa
-            Todos tenían títulos profesionales, eran exitosos - exclamó Melek como acotación
-             Si eso lo entiendo, pero... - exclamó Otniel
-           ¿Pero qué? - preguntó Melek intentando de entender todo
-              Es que Melek no llego a entender algo - exclamó con cierta rabia
-          ¿Qué cosa amigo?- preguntó Melek
-           Yo creo que buscan algún significado en sus vidas - comentó Otniel
-        Eso tiene sentido - inquirió Melek con una leve sonrisa
-           Además los sistemas de las religiones no entregan lo que buscan las personas - exclamó Otniel con cierto fervor
-          Eso es cierto - exclamó Melek sorprendida ante su amigo, ella jamás le pregunto sobre sus ideas
-           Y los abusos sexuales hacia menores por sacerdotes ha desprestigiando a una falsa institución - exclamó Otniel expresando su idea con gran fervor que nunca conoció Melek
-           Sabias que.... en latinoamerica los sacerdotes entregaban el perdón a las personas que podían pagarla, o sea a las personas pobres por ese hecho no podían ser perdonados - exclamó Melek
-         O sea.... - exclamó Otniel
-        Es algo psicológico... buscar sentido a la vida, de que existe vida después de la muerte un mundo mejor - inquirió Melek
-        Era una respuesta obvia - exclamó Otniel
-        Es psicológico y a su vez cultural... por eso creemos que existe un ser superior que nos vigila - exclamó Melek
-         Pero en estos días... - exaltó Otniel
-         En donde hay crisis en las viejas instituciones hay una gran necesidad de cambiar de rumbo en la vida... - inquirió Melek
-          Aparecen líderes espirituales carismáticos que tienen la habilidad de persuadir a las masas con su oratoria... - inquirió Otniel cada vez más reflexivo
-          Como Hitler y otros líderes políticos dentro del siglo veinte que tenia la capacidad de mover a las masas para un distinto fin.... - exclamó Melek
-          Si  y saben el poder que ejercen hacia los demás no hay que ignorar que las bandas musicales también generan esa histeria colectiva - inquirió Otniel
-           Oye eso es otra cosa amigo mio - sonrió Melek, siguieron hablando por un buen rato; las horas pasaban rápidamente hasta que Otniel dijo:
-          Tengo hambre - exclamó Otniel
-         Yo igual - recordó que tenia hambre Melek
-         ¿Qué quieres para comer? - preguntó Otniel
-          No se....  - exclamó Melek sin saber lo que quería
-           ¿Te gustan los ñoquis? - preguntó Otniel intentando de traducir la expresión de Melek ante la pregunta y esta responde:
-               No se que son... seria bueno algo nuevo en comida - exclamó Melek un poco entusiasmada con la idea
-        ¿Entonces que significa? - preguntó Otniel con cierta incredulidad
-         Que si... hombre - lo expresó claramente que inmediatamente Otniel, entró a la cocina sacó los ingredientes de los ñoquis, huevos, harina y cocinó algunas papas que dejo por lo menos una hora mínimo; ya terminado mezcló todos los ingredientes la harina, en conjunto con los huevos y las papas recién cocidas; mientras tanto Melek estaba en el living mirando todo a su alrededor, cada detalle de la casa de su amigo; se aburrió y se dirigió a la cocina mirando fijamente a su amigo que cocinaba meticulosamente y lo vio en una faceta muy diferente, a ese valiente policía de investigaciones con su arma siempre en la cintura, que representaba esa masculinidad que en ese momento cambia la percepción de Otniel y sentía que no conocía a su mejor amigo, y a su vez él no la conocía, ni mucho menos ese año de torturas que sufrió por la maldita de su cuñada cuando era una niña; quedaron marcas físicas, pero las marcas psicológicas nunca se borrarán en su mente la van a acompañar por toda la vida; se levanta y va a mirar a la cocina de su amigo y está dice:
-         Oye... - exclamó Melek curiosa
-        Si dime - inquirió Otniel concentrado en la preparación
-         Te puedo preguntar algo - exclamó Melek
-         Si claro.... - inquirió Otniel con toda naturalidad que siempre lo caracterizó
-          ¿Estás feliz que podemos tener la posibilidad de irnos a Estados Unidos? - preguntó Melek un poco inquieta
-          Bueno la verdad es bastante prometedor, pero son varios que se postulan para eso - inquirió Otniel reflexivo
-         Pero... ¿Tú crees que ganemos? - preguntó Melek un poco preocupada
-          Todo puede suceder - con resignación Otniel siguió cocinando los ñoquis que olían bien, igual que la salsa de tomate artesanal con carne como acompañamiento al plato principal, y veía la meticulosidad de su querido amigo no quiso interrumpir su ritual y lo dejo seguir con la comida, después de casi dos horas de preparación finalmente término el plato, Otniel se sentía orgulloso de su obra de arte culinaria, que dijo:
-         Está listo - gritó Otniel, poniendo en alerta a Melek y está dice:
-          ¿Te ayudó en algo? - le pregunta a Otniel
-         Bueno puedes colocar los servicios por favor - inquirió Otniel
-            Claro amigo - le sonríe y recoge los vasos y los servicios de la cocina, primero retira las carpetas y fotos de la mesa la limpia un poco; mientras su amigo sirve los platos y hace la ensalada, Melek coloca los servicios y las copas sobre la mesa y el jugo de naranja; busca la ensalada y junto a Otniel ordenaban los últimos detalles para poder sentarse para almorzar, la comida tenía un buen aspecto y un olor exquisito; se sentaron y Melek probó el primer bocado, Otniel estaba expectante ante la respuesta de Melek y dice:
-          Esto está rico - exclamó Melek con cierta satisfacción
-          Enserio - exclamó con alegría
-           Si amigo mio, te felicito ante está obra de arte - le toca el hombro suavemente
-          Gracias amiga - sonríe Otniel por el alago por parte de su amiga, esto le generaba cierta confianza
-          De verdad tú vas a estar a cargo de la cocina en el año nuevo - sonrió Melek, los jóvenes siguieron comiendo los ñoquis y no hablaron por un buen tiempo hasta que Melek tuvo curiosidad por ciertos aspectos de la personalidad de Otniel y está dice:
-         Otniel - se detiene Melek en comer
-        Si...¿Qué sucede? - pregunta Otniel un poco intrigado
-          ¿Te puedo preguntar algunas cosas? - preguntó Melek
-          Bueno... ¿Cuál es tu pregunta? - preguntó Otniel curioso
-          ¿Por qué no tienes novia actualmente? - preguntó curiosa Melek
-         Bueno la verdad... es que en primer lugar es algo complicado de explicar, pero el gran misterio es que no he encontrado esa persona especial para mi vida.... o ya la encontré, pero jamás tuve el valor de decírselo - exclamó Otniel con cierto aire de misterio  que generaba una cierta inquietud en Melek que es dificil de explicar - te puedo preguntar algo Melek Hoffmann
-           Si claro... - exclamó con toda naturalidad
-       ¿Por qué odias tanto a tu hermano?-     preguntó Otniel queriendo saber el motivo principal de ese odio que parece irracional
-          Es algo difícil de contar... no porque sea complicado los hechos sino los recuerdos que me generan que todavía no los puedo superar - intentó de explicarle a su amigo para que pudiera saber las sensaciones de aquel recuerdo tormentoso en su vida
-          A lo mejor necesitas sacarlo para que puedas sentirte aliviada - inquirió Otniel intentando de colocarse en su lugar
-          Es posible, pero no me siento preparada - con cierta resignación, estaba un poco cabizbaja y Otniel no pudo soportar el estado de su amiga y dijo:
-           Perdóname... - con cierta culpa por intentar de encajar todo, pero no contempló las consecuencias del hecho que es evidentemente le genera una pena inmensa
-         No está bien - comenzó a salirse algunas lágrimas que recorrían su rostro, Otniel jamás se perdonará por esto por el resto de su vida
-          Melek no llores por favor... - exclamó Otniel con  mucha pena y este se acerca y la abraza tan fuerte, para consolarla y además no podía aguantar ver a su amiga así tan frágil
-          No te preocupes... - con un nudo en la garganta intentó de que Otniel no se sintiera el peor ser humano en el mundo
-         Lo siento... - exclamó Otniel, dándole un vaso de agua
-              Gracias - inquirió Melek, tomó el vaso y lo bebió lentamente, así calmó su garganta y a su vez su espíritu; mientras Otniel la miraba en el proceso de calmarla este pregunta:
-           ¿Está mejor? - preguntó con preocupación
-           Si - está le sonreía con sinceridad
-           Me alegro mucho amiga - Otniel la abraza como un buen amigo que es en realidad, siguieron comiendo con toda normalidad hasta que Otniel recogió los platos y los lavó con suma tranquilidad, a pesar de eso no se dejó de martirizar por la situación incómoda que puso a su amiga; se sentía fatal ante esa situación que no era menor, aunque admite que nunca había visto a su amiga llorar de esa manera, eso debe ser una gran pena en su vida que intenta de olvidar y él como un estúpido preguntando lo que no debe, por mera la curiosidad de alguien curioso; conoce a Melek cuando iba en la enseñanza media, él estaba desde pequeño ahí y ella recién llegó en primero medio  era una chica de quince años aunque aparentaba menos edad, de una melena oscura, lisa y larga, le daba un aire de inocencia, y a su vez de fragilidad, sus ojos redondos y de color café, aumentan esa inocencia y esto se agrega con un rostro redondo que le da un aire infantil e inocente, ella se sentó  rápidamente al final del salón y la clase continuó normalmente, llegó la hora del recreo y ahí tuvo el valor de acercarse a ella y le dice:
-           Hola - con cierto recelo
-          Hola - con una voz tan suave y tímida que ablando el corazón de Otniel, y sus ojos oscuros que la miraban fijamente desde su puesto este siguió:
-          ¿Cómo te llamas? - preguntó curioso Otniel
-            Melek - respondió con su dulce vos infantil
-             Me presento me llamó Otniel Edwards - le sonrió y le extendió su mano,  pero no generó nada en ella todavía
-            Bien  -  exclamó sin ganas Melek, no le dio la mano y se retira de la sala, este la sigue por el patio sutilmente y le grita:
-           Espera...- grito Otniel, la chica se detiene y lo mira fijamente; este se acerca a ella y Melek le dice:
-         ¿Qué quieres? - preguntó Melek un poco molesta por la situación
-           Sólo quiero pasear contigo - inquirió Otniel con una sonrisa
-          Enserio... - con cierta extrañeza
-          Claro - exclamó Otniel muy serio
-           Entonces vamos - inquirió Melek, siguiendo su caminata al lado de Otniel que era un chico muy guapo y que todas querían estar con él, pero a Otniel le interesaba en ese momento a esa dulce y tímida adolescente que tenia un lindo nombre y muy original por cierto, Otniel la miraba tenía un semblante muy triste y reflexiva, sentía su fragilidad tenía la necesidad de protegerla,  darle calor humano ; su corazón comenzó a palpitar por un extraño sentimiento que la dominaba en los próximos años hasta en el día de hoy; sentía que crecía cada vez más, pero jamás tuvo el valor de decírselo de forma directa. Otniel en ese minuto había terminado de lavar el traste y de limpiar la cocina, estaba un poco cansado con la limpieza de todo; se dirige al living y le dice a Melek:
-        Oye Melek.... - exclamó Otniel, pero ella estaba durmiendo en su sillón; era una mujer muy tierna al dormir parece que es un ángel, esa inocencia que mantenía a pesar de ser una policía y de las mejores, inteligente, astuta y suspicaz, además contaba con una carisma que no era cuestionada en ninguna de sus decisiones; fue a buscar una manta en su habitación y la cubrió en ella delicadamente la contemplaba ese dulce rostro y labios, los tocó con delicadeza queriendo besarlos con amor y dijo:
-         Si supieras lo que siento por ti, mi corazón que arde como el fuego, que parece jamás se extingue, el agua no sirve para nada, tu dulce palpitar parece estremecer cada fibra de mi oscura alma, tú eres mi sol en mi oscuridad, tú eres la luz que necesito, mi ángel....,  tú respiración parece levantar el suelo, la gravedad no existe cuando estoy contigo, parece que volare para siempre junto a tu lado, tu mirada como el rio parece transportarme en las profundidades, tu piel suave como la seda, tus labios en donde quisiera dormir todos los días, en mis sueños apareces caprichosa  como reflejó de mi inconsciencia, tú pareces ser la medicina de mi enfermedad,  y la miel de mi veneno, tu cuerpo expresa la inocencia que jamás conocí, y quisiera penetrar en el fondo de tu alma, tan difícil de conocer, casi hermético, tu enigma es casi cósmica, tu misterio me excita más, mi corazón palpita al ritmo del tuyo, pero no tengo el valor de expresar lo que mi alma siente, mi cobardía no me permite expresar el amor que siento por ti, y me ahoga como estar en el fondo del mar, para decirte solamente un te amo - recitando todo lo que sentía por ella ese extraño sentimiento que lo aborda desde que era un guapo adolescente que se guardo hasta en este momento, esa extraña pasión; Otniel término de cubrir a Melek con tanta ternura y la dejo ahí durmiendo como un verdadero ángel.
Las horas pasaron tan lento que parece que el reloj del tiempo lo hacía a propósito, Otniel miraba a su ángel durmiendo; revisó el caso con detalle después fue a ver la televisión y estaba dando una película muy interesante, eran las siete de la tarde y Melek ve que estaba oscureciendo un poco, se levanta de un golpe  y llama a Otniel:
-          Otniel - grita preocupada Melek y este aparece inmediatamente
-           ¿Qué ocurre Melek? - preguntó Otniel muy preocupado
-          ¿Qué hora es? - preguntó Melek un poco confundida
-         Son las siete de la tarde - inquirió Otniel
-         De verdad - pensando que era un tipo de broma
-          Melek....  ve la hora - exclamó serio Otniel
-              Voy a verlo - exclamó Melek busco su celular y vio la hora y quedo boquiabierta - Carajo - exclamó con preocupación
-              ¿Qué ocurre? - preguntó Otniel con preocupación
-           Me tengo que ir - inquirió Melek con un poco de prisa, buscó su bolso de trabajo y su cartera de salir
-          ¿ Enserio que te vas? - exclamó con cierta extrañeza
-            Claro que me tengo que ir... o sino Nani se va a preocupar mucho - exclamó Melek, echando toda las carpetas en el bolso rápidamente y se lo cruzó en el pecho
-           Entonces te dejo a la puerta - inquirió Otniel abrió la puerta esperando a que Melek saliera de su departamento con una despedida - Adiós
-          Adiós amigo y muchas gracias - agradecida de poder estar en su casa y lo abraza como símbolo de la amistad que tenían
-          No es de nada tú sabes que las puertas de mi casa están abiertas para ti- exclamó Otniel, se dejaron de abrazar y Melek se despide con la mano bajando por las escaleras rápidamente, saliendo del edificio para tomar un taxi, espero algunos minutos apareció uno; esta se subió inmediatamente a él y  el chófer dice:
-             ¿A dónde va la dama?  - preguntó el chófer del taxi
-            Voy a Colon - inquirió Melek amablemente, estaba pensando en todo más tranquilamente del encuentro de su hermano, lo miro con el mismo odio que siempre le tuvo; en realidad su hermano envejeció un poco a sus casi cuarenta años y esa esposa torpe estaba arrugada, y sus sobrinos estaban más grandes, después de veinte minutos llegó a su casa le pagó al hombre y este se va casi inmediatamente; abrió la reja y después la puerta de la casa, estaba la luz prendida eso era extraño de Guadalupe, se preocupo un poco y dijo:
-            Nani... ¿Dónde estás? - preguntó gritando Melek
-             Estoy aquí en la cocina - grito Guadalupe, Melek se dirige a la cocina y sintió el olor de unos ricos panqueques y se acercó a ella y dijo:
-            Mmm.... huele rico eso - exclamó Melek
-             ¿Cómo te fue mi amor? - preguntó Guadalupe
-           Bien - inquirió con cierta naturalidad
-            Oye hija..- exclamó Guadalupe
-             Dime Nani - inquirió curiosa Melek
-           A ese chico... - intentando de recordar el nombre
-             Otniel ... - inquirió Melek con cierta preocupación
-          Si ese chico... tú le gustas - exclamó Guadalupe sabiendo lo que está diciendo y Melek la miro muy sorprendida y dijo:
-             Ahhh Nani.... - exclamó Melek
-             Es cierto hija se le nota demasiado no se puede disimular la mirada de un enamorado - inquirió Guadalupe
-        Lo quiero como amigo - exclamó Melek
-         Lo se hija, pero el chico tiene otros sentimientos - inquirió Guadalupe
-         Me voy a fijar para la próxima vez - inquirió Melek con cierta inquietud, sacó algunos panqueques - Me voy a mi habitación Nani
-           Está bien hija Buenas noches - exclamó Guadalupe
-           Buenas noches Nani - esta le dio un beso en la frente, se dirige a la habitación la abre, estaba exactamente igual como la dejo en la mañana; deja los panqueques en el escritorio para estar un rato en la computadora, lo encendió para investigar un rato comenzó a buscar el pentagrama invertido ya que estaba en la última escena del crimen junto al cuerpo inerte de una persona desparecida, así podría entender que significa y para que se usa y la sorpresa que se llevó que son utilizados en rituales de sectas satánicas que invocaba a la cabra encuernada; esto le produjo un poco de escalofríos a Melek, después de leer por algunos minutos quiso buscar sobre sirenas, era un tema interesante para Melek y como lo aborda las distintas culturas en definitiva, eran doncellas del mar que lo único bello era su voz que hechizaba a los incautos marineros para llevarlo a una muerte segura; era un tema interesante de abordar en otra tertulia junto a Azra y sus amigos, era casi medianoche, Melek estaba realmente cansada se cambió la ropa a su pijama, busco su reproductor de música que quedó en la canción "Tajo abierto" de Francisca Valenzuela, personalmente a Melek le gustaba el tono de voz de la mujer, no quiso seguir leyendo la novela "It" de Stephen King, se sentía realmente cansada, no quería leer por esta noche, apagó la luz y comenzó a pensar en todo, su historia, la muerte de sus padres, el maltrato infantil que sufrió por parte de su cuñada, que su hermano no le creyera nada, todavía no encontraba a esa persona especial, con sus ojos cerrados vio algo, a un chico de ojos azules, de cabellera rizada que parecía especial para ella, ese chico la besaba con gran pasión; sin darse cuenta se estaba quedando dormida estirada en medio de la cama, con la música sonando en el fondo como forma de película romántica se perdió en los sueños, con el desconocido chico.
© Sara. J González,
книга «Las Crónicas de Melek Hoffmann III: Misterio en Giantville».
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