Soledad
Oh, tú me arropas en las noches y me despiertas en el día,
me das calor, aunque a veces enfrías
te sientes bien de vez en cuando, cuando no asfixias.
Te encargas de mis momentos de paz, pero casi siempre eres guerra
contra lo que debo hacer, y no lo que quisiera
contra lo que soy a quien quiero ser
contra mis escombros, que no quieren renacer.
Eres esa poesía silenciosa que mana en mí,
para tener el coraje de desvestir misterios,
y de hacerle el amor a mis sueños.
O la fragancia sutil que viste mis desvelos,
cuando tu ausencia se presenta mientras vuelas,
ahora descanso en un árbol que no lo es todo,
pero tampoco es nada.
me das calor, aunque a veces enfrías
te sientes bien de vez en cuando, cuando no asfixias.
Te encargas de mis momentos de paz, pero casi siempre eres guerra
contra lo que debo hacer, y no lo que quisiera
contra lo que soy a quien quiero ser
contra mis escombros, que no quieren renacer.
Eres esa poesía silenciosa que mana en mí,
para tener el coraje de desvestir misterios,
y de hacerle el amor a mis sueños.
O la fragancia sutil que viste mis desvelos,
cuando tu ausencia se presenta mientras vuelas,
ahora descanso en un árbol que no lo es todo,
pero tampoco es nada.
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