Capitulo 1
Capitulo 2
Capitulo 3
Capitulo 4
Capitulo 5
Capitulo 6
Capitulo 7
Capitulo 8
Capitulo 6
-Él te rechazará. En algún momento, sea o no intencional.

Harry miró a Severus Snape mirando con tristeza el nido de Draco. Obviamente Snape estaba muerto, y Draco se veía más joven que ahora. Con cuidado, se acercó a ambos, notando que Malfoy tenía en sus manos la pequeña piedra que ahora pertenecía a Harry. La sostuvo por unos momentos, y luego la colocó con cuidado entre algunas plumas y telas finas.

-Lo sé. Sé que moriré. Siente amor por alguien más; pero aunque no lo hiciera, jamás me querrá. He cometido muchos errores, y la guerra nos ha puesto en lados opuestos.

Malfoy, quien estaba agachado frente a su nido, volteó y miró por primera vez a Snape. Su voz sonaba tranquila y suave, sin embargo, como Harry estaba de lado de Severus, pudo notar la mirada desesperada en él.

-No quiero morir, Severus. Quería amar, quería ser amado. ¿Por qué...?-su voz se quebró, y Snape se agachó y lo consoló. Malfoy lloró aferrándose a su túnica.

-Lo resolveré, Draco. Lo haré así sea lo último que haga.

Malfoy pareció aferrarse a esa promesa, como un niño pequeño.

-Por cierto, es un núcleo muy curioso-susurró Snape luego de un tiempo y Draco sonrió levemente, separándose.

-Me gusta mucho, parece un huevito. Y los buenos nidos siempre tienen huevos, ¿no es así?

Severus sonrió y besó su cabeza.

-Tendrás una familia, Draco. Yo me encargaré de eso.

-¿Cómo lo harás? Tu mismo dijiste...

Severus lo ignoró y miró una pequeña hoja en forma de corazón.

-¿Estás seguro que no solo volcaste tu caja de tesoro de pequeño sobre tu nido, nada más?

Draco hizo un puchero.

-Por supuesto que no-exclamó sonrojado, pero su expresión dio a conocer que, de hecho, lo había hecho.

.

Harry despertó con el mismo sentimiento pesado que solía tener desde aquel día en la enfermería, y no se sorprendió al mirar la piedra en sus manos. Estaba brillando levemente, cosa que lo extrañó porque Malfoy había exclamado que retiró la magia en ella, pero se dijo que solo era producto de su mala vista. Sentándose, se colocó los anteojos y se tocó el pecho incómodamente. Se deprimido, angustiado... aunque su corazón no parecía estar en sintonía con su cerebro. Quizá estaba resintiendo las emociones del Malfoy de sus sueños... Puede que tener la piedra hubiera alentado a su imaginación sobre su origen, o quizá la piedra hubiera tenido más efectos que solo congelarse. Si este era el caso, tal vez solo debería devolverla para regresar a la normalidad o dejarla en algún lugar. Quizá no era la piedra, y solo era una consecuencia permanente del hecho de robar el tesoro de un veela. Hermione había dicho que Harry debió morir, porque la robó a consciencia, y no lo había hecho después de todo. Aunque también había dicho que casi dos años después del rechazo a Malfoy, él también ya debería estar muerto.

Miró la piedra una vez más. Era tan bonita. Tan fina como esperarías de algo elegido por Malfoy. Pensó en ese día en la enfermería, donde el rubio se veía tan normal con Harry... como si el hecho de que el corazón del moreno pesara, aliviara un poco su corazón. Se preguntó si Malfoy cargaba ese dolor a diario, y simplemente no había dejado que los demás lo vieran. Quizá su dolor era la magia que ponía en la roca. Y como si supiera que acercarse a Harry podría poner en peligro su método para sobrevivir, se había alejado de él. ¿Qué tal si el frío que invadió a Harry era el frío que Malfoy sentía a diario y ponía ahí para no sentirlo?

Con este nuevo misterio, decidido a conservarla un poco más,se preparó para ir a desayunar. Cuando llegó al Gran Comedor, miró a Draco Malfoy de reojo en la mesa de slytherin. Tenía algo entre sus manos, que miraba con tristeza. Probablemente era el núcleo de su nuevo nido. Curioso, se acercó.

Era la pequeña hoja de su sueño.
© Anastasia Malfoy,
книга «En el corazón de un Veela».
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